Voy a cantarle al silencio
que atemoriza mi pluma
escondiendo mil palabras
que hoy no puedo conquistar
pues se acrecienta sin prisa
pero sin pausa el espacio
entre mi mano y el blanco
papel de líneas desnudas
Voy a cantarle a ese vil
manojo de mis miserias
que no por malas son necias
ni fáciles de sorprender
entumeciendo mis dedos
de jugadora alocada
solo me brindan doradas
ilusiones por vencer
Voy a cantarle a mis ojos
que al borde del precipicio
hacen crecer el abismo
entre el mirar y el papel
donde no lloran guitarras
ni deleitan los violines
solo brillan adoquines
de una esquina aún sin nacer
Y en esta noche cansada
de corazones dormidos
elegiré algún olvido
que algo me haga estremecer
Tal vez con eso mi pluma
se despierte en la mañana
me brinde un abecedario
y en el se ponga a correr
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