Cuando callas, me lastima tu silencio
porque te siento lejana,
espero tal vez un reproche y
tu mirada envuelta en la nada
y luego me gustan
tus ojos tranquilos y abiertos
un suspiro en cada palabra
y tu voz de salterio
como reclamo de tu alma
en la noche de estrellas
tal vez perfumada.
Tus silencios me confunden
cuando palidece tu cara,
son las piedras del tiempo
en una tarde nevada.
Espero tus voces, dormido,
y tal vez una simple mirada.
Tus mutismos me parecen
un islote sin río,
el vivir sin mañana
los nocturnos sin luna
y tu ventana cerrada.
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