A mi padre
Su silencio habla demasiado,
cadáver aún respira,
consciente de la jaula donde mora.
La morfina, ángel de la guarda,
vela por su confort,
implacable el miedo juega al escondite.
¿para qué escuchar?
La guadaña del dolor corta cabezas,
afila el hálito,
las espigas arraigadas en el vientre
–sin escrúpulos-
no dejarán de crecer,
esta mala hierba
arrasa.
Sandra Gª Garrido
Nota: El amor se dice es lo más importante, el dinero nos ayuda a ser felices, pero cuando falta la salud, no hay dinero suficiente ni amor para sanar lo inevitable.
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