Hoy el mar es más inmenso que de costumbre
bebe una lenta lluvia en cada onda,
hoy las sirenas son siamesas de tritón
y un labio oceánico besa el día.
No es necesaria la luz,
la claridad oscurece la mañana.
Quisiera una noche eterna tragarse el sol,
seguir acostada sobre un lecho de nenúfares.
A solas con las corcheas de la lluvia
a solas conmigo
anegada.
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