Realizando la biopsia de las lágrimas
en la inercia de una noche.
Tu corazón aúlla por exprimirse.
Los reflujos se desmiembran de sus ápices
y unas gotas abrasan los estigmas.
Sabes bien, como yo sé
la de muertes ineludibles,
siempre una emoción
sin sicario capaz de asesinarla.
Difícil desprenderse de los ojos
de otorgar clemencia a un sentimiento
que a veces, vive emancipado
en algún lugar donde la razón desconoce.
Que sencillo es fustigarnos
a la hora del desgaste.
… y moriremos.
Al abrir las alas dilatando las pupilas
será una luz suficiente
y mis brazos
para sostener tu lasitud.
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