Me asfixio, las huellas de este silencio eclosionan, bombean a cada instante mi ser...
me lapida la incertidumbre, todo se paraliza, estoy atrapada en las horas ,sabiéndome viva , inertes suceden los días.
Me supera el aire, no asimilo la luz, esta diversidad sacude mi lengua de violenta verborrea, tiñendo los versos de un sutil dolor apagan mi voluntad... Soy mi verdugo,
mi mente quien me azota.
No encuentro alivio en la razón, sin sentido, los verbos acuchillan, rasgan pieles de júbilo ... en recónditos refugios agazapados esperan. Los aferro, ajados... me consume
vislumbrarlos...En tal demencia mis ojos se inyectan en lágrimas.
Así el tiempo corre tras mis pasos, no distingo el hoy, vivo exhausta en el ayer. Armas en la mente, cuerpo y alma luchan su batalla en recovecos fantasmales, el humo infla mi espíritu abatiendo las defensas.
A lo lejos un espejismo precario; un lago transparente donde la vida suspira, me abraza... lejos...está... hoy mi guerra es encontrar la fuerza para seguir.
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