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Viste otro Riachuelo desde el puente,
aguas más limpias con muelles al costado.
Los más viejos del barrio aun conservan latente
el pasado cercano de baldíos y bañados.
Nadie entonces hubiera podido imaginarse
tantas casas y asfalto y autos y colectivos,
invasión de comercios, de fábricas, de bares,
noches en las que Sandro nacería entre los vecinos.
A nuestros hijos dan su candor tus dos plazas:
la Primero de Mayo y la Constitución,
se persignan los fieles ante San Juan Bautista,
invita la Sarmiento a amar la erudición.
Nada falta en mi barrio, en Valentín Alsina,
arrullada por cielo, riachuelo y bandoneón.
Copyright © Daniel Adrián Madeiro.
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