No lamento el amor que te dí,
ni vergüenza tengo si pude amar,
solo me apena que tu sabiduría,
no me hayas querido prestar.
Y si un amigo pudiendo,
no me ayuda de verdad,
para que quiero su hombro,
si ni en el puedo llorar?
No estaba enferma de amor,
sino exhausta de caminar,
y solo quería un respiro,
con quien poder descansar.
Atrás queda lo vivido,
todo queda en el ayer,
simplemente no me conociste,
ni yo te llegué a conocer.
|