Y se nos pasa la vida,
entre intrigas y riñas,
entre verdades y mentiras,
entre lágrimas y sonrisas.
Trampeando alegría y dolor,
buscando siempre salida,
entre amor y desamor,
rasguñando las costillas.
Escalando la montaña,
desde el valle a la cima,
descargando una a una,
las piedras de la mochila.
Cójame Dios confesada,
cuando llegue mi día,
perdónenme todos aquellos,
que les debo una sonrisa.
Recuerdame tú gratamente,
si contigo comparti vida,
ten mi abrazo presente,
si un día lo necesitas.
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