Teresa habia muerto,
qué nos queda de ella?,
al cielo le preguntaba,
no habia respuesta,nada,
solo hallaba recuerdo,
un corazón medio roto,
y trozos de su alma.
Allí le dimos sepultura,
era una bella,tarde soleada,
mientras el pino la mecía,
el olivo silencioso lloraba,
el ciprés triste la recibía,
y unos leves rayos de sol,
sobre su tumba quedaban.
Coronas de flores adornaban,
rosas blancas y rojas hablan,
del dolor y amor de la familia,
de todos aquellos que la aman.
Caminando,despacio, nos fuimos,
poco a poco le dimos la espalda,
mientras ella féretro frío,
descansa en la paz solitaria.
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