Ella, habia buceado tanto
en las aguas turbias
que lavan el blanco lino,
mas quedó apresada en lodo
verde oscuro resbaladizo.
Te asomaste a la orilla,
no viste su cansancio,
ni tampoco su rostro lívido,
por salir a flote de allí,
te esperaba, nunca lo ha dicho.
Tanto le hablaron de ti
que ya te habia conocido,
pero quiso verte de cerca,
sentir el eco de tu voz,
la calidez de un amigo.
Llegó a amarte en su alma,
antes de haber sabido,
que solo te asomarias al borde
de su conocido precipicio.
Tu corazon es grande, pero,,,
para ella no habia sitio,
no habia lugar, final ni principio,
estaba copado de fuegos conocidos.
Quien era ella para esperar
tan solo un roce, un guiño?
no era nadie, llegó de casualidad,
ojalá no te hubiera conocido.
Quedó asida con firmeza,
a una brisa del camino,
para cuando pases de largo,
no oirte decir: no te he visto.
Agotada ya sin fuerzas,
se precipita hacia el abismo,
deslizándose semiconsciente,
aceptando asi su destino.
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