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Teresita Vázquez


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"¡ UNA MUJER MARCADA"!\\

Cuando llaman a la puerta, llega una carta para la señora de la casa, era un día muy especial para ella, pues estaba rodeada de amigos en donde estaban dando una fiesta. El mayordomo la llama en un aparte, pues traen una carta para ella y es urgente.
La señora sale sin ser vista pues nadie se ha dado cuenta, y siguen bailando y bebiendo, pero al que no le pasa desapercibida la salida de la señora, es al marido,(mejor dicho su amante) ella le enseña la carta que es de la hija de una hermana a quien no recuerda, pues era muy pequeña cuando ella salió del Pueblo.

La carta dice así. Querida tía Luisa, te escribo por mandato de mamá y que en sus últimos momentos le prometí que lo haría, y cumplo mi promesa.
Al morir mamá, quedo sola, y la ilusión de ella, es que me fuera contigo por ser su única hermana, y no quedar nadie de la familia, y nadie mejor que su hermana. Pero yo no quisiera ser un estorbo para ti, ni causarte algún perjuicio, dada la vida social que llevas, pero por cumplir la promesa que le hice a mamá lo hago.
Sin que nadie supiera nada, podría ser una de tus doncellas, y no supieran el lazo que nos une.

Si te parece bien esta idea, me contestas, y pasaría a ser la más humilde de tus servidoras. Esperando tu contestación te envía un abrazo tu sobrina que sin conocerte te quiere, Susana

El amante después de leer la carta, e interesarse del origen de la muchacha, la persuade para que no la haga venir a su casa por ninguna causa, pues más pronto o más tarde, sus amistades se darían cuenta del lazo que las une. Pero la tía insiste en traerla, y tenerla alejada de sus amistades, mientras la preparan para presentarla en sociedad.
Pues su sobrina ya no es una niña para llevarla a un buen colegio, y prepararla para entrar en el gran mundo en que su tía se desenvuelve, pero llevada por su buen corazón, y el cariño que sentía por su hermana, no le importa correr el riesgo de tenerla consigo, es cuestión de ir preparándola poco a poco, y así se lo manifiesta a su amante, el al ver su empeño, no quiere llevarle la contraria para que no se enfade.

Queda resuelta la fecha para hacerla venir a la Ciudad donde reside su tía. Como la tía Luisa tiene una amiga intima, le confía su caso para que sea ella la que ayude a su sobrina, y entre unos y otros, ir preparándola para que no desentone.

Efectivamente, al llegar Susana del pueblo aún luciendo sus mejores galas, desentona mucho de las amistades de su tía Luisa, pero a pesar de su indumentaria, ven en la joven un porte señorial dentro de la timidez y poca presentación.
Al correr los días, Susana va tomando otro aspecto, y su tía que va a verla a menudo con su amante, al que le hace llamar tío, aunque Berta, sabe algo que no es su tío, pero por complacerla así lo hace, y ven con agrado la trasformación en la joven.

Su tío se ofrece para llevarla alguna vez a dar un paseo para que conozca distintos lugares de la Ciudad, cosa que ya se hace demasiado a menudo, y el tío se convierte en asiduo acompañante, cosa que a la amiga de Luisa ya no le hace gracia, no lo encuentra normal, y decide hablar con su amiga, y veladamente ponerla al corriente de todo, y al mismo tiempo aconsejarle que la lleve consigo, pues ya está lo suficientemente preparada para no hacer el ridículo con sus amistades, y al mismo tiempo quitarse una responsabilidad, pues no es de su agrado la asiduidad Ernesto, cosa que Berta lo encuentra normal, y lo echa en falta el día que no va a recogerla, cosa que el tío Ernesto lo hace a propósito para Saber hasta Donde llega el interés de Susana hacia él, cosa que ella con un poco de mimo, otro poco de enfado así se lo manifiesta.

Al exponerle Luisa a Ernesto el propósito de llevar a Berta a su casa para presentarla a sus amistades, Ernesto alega que debía esperar un poco más de tiempo, para ir preparando a sus amigos de la llegada de su sobrina, para que todo parezca más natural, cosa que a la amiga de Luisa no le hace mucha gracia, pero por considerarla como una buena amiga, accede a seguir la farsa por un poco más de tiempo.

El tío Ernesto sigue yendo todos los días a recoger a Susana, y con su coche la lleva a recorrer los lugares más bonitos de las afueras de la capital, y es raro el día que no le lleva un regalo cosa que a la amiga de Luisa, ya no puede esperar más tiempo en decirle la verdad a su amiga.
Luisa, decide dar una fiesta anunciando la llegada de una sobrina, y entre los amigos, hay un muchacho que encuentra muy a propósito para hablarle de su sobrina, para que el haga de acompañante ese primer día.

El día de la fiesta, Julio que así se llama el muchacho que Luisa ha escogido para su sobrina, el ser presentados, Julio encuentra a Susana, una mujer muy bonita, no esperaba esa sorpresa, pues era una de las mujeres más guapas que había conocido, Susana es morena, pelo negro muy hermoso y abundante, pues por muchos ruegos de su tía para que se lo corte no lo ha conseguido, y por su aire entre ingenuo y pícaro, a Julio le ha encantado de que Luisa se haya fijado en el precisamente de entre los muchos amigos que frecuentan la casa.

Julio al encontrase con Ernesto, le ha comentado la alegría que tiene de haber sido el elegido por Luisa, para que haga de acompañante de Susana, por la misma alegría que siente, no se ha dado cuenta del gesto de desagrado de Ernesto, pero de momento nada puede hacer ni decir de lo que siente por Susana.

El día de la fiesta, Susana está guapísima, y felicitan a Luisa por haber traído a su sobrina para alegrar la casa con su presencia:
Susana baila con todos se ríe mucho, pues es la primera vez que se ve tan agasajada, y sin querer se pasa un poco, cosa que a Julio no le hace mucha gracia por creerse el elegido por su propia tía.
Julio se le expone a Luisa y ella se ríe y le dice que no se preocupe, que por ser el primer día debe dejarla disfrutar de la fiesta, ya que ella se encargará al día siguiente, de hablarle de el y concertar excursiones en que solo irán los cuatro, Ernesto Luisa, Susana y Julio, ya con esta explicación se queda más conforme.

Ernesto ese día, está muy nervioso y de mal humor, y no le hace gracia él coqueteo de Susana, pero nada puede decirle para no llamar la atención de Luisa y de los demás invitados, y sobre todo de la amiga de Luisa que no la pierde de vista en toda la noche.
Ernesto, de lo único que se preocupa es de beber, para ver si con ello puede alejar de su pensamiento a Susana, pues le tortura él verla bailar con unos y otros, y no atreverse ni una sola vez, a invitarla por temor a delatar sus pensamientos.
Pero el alcohol da valor para muchas cosas, y a el, le a dado para ir en su busca, que en esos momentos Julio bailando se la ha llevado a una pequeña pérgola para así tenerla apartada del ambiente que ya respira por efectos del alcohol, y al mismo tiempo tenerla a su lado, pues aunque es la primera vez que se ven a solas, le molesta verla bailar con unos y otros, y por el mero hecho de haberle elegido Luisa entre todos los amigos, la considera como cosa suya, y así se lo manifiesta a Susana.

Están haciendo proyectos muy bonitos, cuando aparece Ernesto con el propósito de que baile con el un baile, pues en toda la noche lo ha podido hacer, por lo muy asediada que ha estado con unos y otros, pero no puede disimular los celos que le corroen, y casi se lo dice así a Susana, cosa que a ella no le ha hecho mucha gracia, pues ella siempre vio al marido de su tía, por lo tanto tío suyo.

Mientras tanto Luisa y su amiga, no pierden detalle en ver como se comporta Susana, están muy satisfechas de su labor, pues se desenvuelve como si toda la vida hubiera pertenecido al gran mundo, y es cuando la amiga, le dice que se alegra de que todo haya salido bien, y que Susana se quede a vivir con ella, pues le cuenta la asiduidad de Ernesto, de los regalos que le hacía, y esto le hace ver a Luisa que debe vigilar a Ernesto, y Luisa un poco picada por los celos, decide observarlos esa noche, pues es muy importante para decidir lo que debe hacer después de las confesiones de su amiga, y la decisión que debe tomar.

Sale al salón los ve bailando y no le da importancia, pero ve como Ernesto poco a poco, la va llevando a un lugar oscuro del jardín, allí dejan de bailar y observa que están hablando, pero no puede oír lo que dicen, pero no encuentra normal esa actitud, sobre todo después de haberla visto con Julio a solas en la pérgola, y haberse hecho la ilusión de que algo pudiera surgir de esa amistad.

Muy decidida va al encuentro de Julio, y al preguntarle por Susana, Julio le contesta que está bailando con Ernesto, pero que el no se mueve de allí, para que cuando termine de bailar con Ernesto, ella volverá para continuar haciendo los proyectos que estaban haciendo en el momento en que apareció Ernesto para invitarla a bailar, Luisa no le dice que ya no están bailando, y que están muy apartados del baile, y de los demás invitados.

Luisa le deja para seguir observando a su sobrina y a su marido, llega al lugar en que los dejó, y en donde siguen hablando más acaloradamente, y es cuando se da cuenta de las palabras de su amiga, y de los consejos que le venía dando hace tiempo, y empieza a recordar el comportamiento de Ernesto desde la llegada de su sobrina, y poco a poco, se va acercando hasta casi oír lo que dicen, y ya no le cabe la menor duda de la traición.

Se da media vuelta, y se va directamente a su dormitorio, abre un cajón, y saca un pequeño revolver que su marido le había regalado, para protegerse, pues por las largas ausencias de Ernesto, tiene que pasar grandes temporadas sola, y con el arma en la mano se dirige hacia donde están Susana y Ernesto, y va directamente a deshacerse del obstáculo que le quiere arrebatar el cariño de su vida, y con este propósito, se esconde detrás de un gran macetero, y cuando levanta el brazo para disparar sobre el cuerpo de su sobrina, es cuando Ernesto lucha con todas sus fuerzas para besarla y abrazarla, pero Susana se defiende llegando en el forcejeo y luchando para que no lo pueda conseguir, hasta romperle el vestido, y quedando casi desnuda.

Susana lucía un cuerpo maravilloso, que aún enloquece más a Ernesto.
Al darse cuenta Luisa de que su sobrina Susana, nada tenía que ver con la monstruosidad que su marido quería cometer, y casi sin fuerzas, sale de su escondite y levantando el brazo dispara, Ernesto al verla sale para impedirlo pero ya es tarde, y el es quien cae victima de su propia esposa y de su propia arma a la que un día regalo para defender su casa y su honra.

Después de lo sucedido, se forma un gran revuelo, pues en una fiesta tan importante, hay un cadáver, y por lo tanto hay un culpable, como tienen que hacer gestiones para el traslado del cadáver, tiene que intervenir la policía y saber el causante del homicidio.

Luisa sale diciendo que ha sido ella, había visto como su propio marido quería violar a su sobrina, quizá por les efectos del alcohol, y ella en un arrebato de celos, disparó pero sin querer hacerle daño.
Pero ha cometido un crimen, y tienen que llevársela para que declare lo que crea conveniente, ellos solo cumplen con su obligación.
Como nadie ha visto nada, pues fue en un sitio apartado de la fiesta, y los disparos quedaron amortiguados por el ruido de la orquesta.
Al querer llevársela, Susana sale en su defensa, y dice que ella es la culpable, que su tía no era responsable, el asunto era entre su tío y ella, y casi se inculpa ella misma, y como la cosa no está clara, se la llevan también a comisaría

Allí la cosa cambia, pues ven en Susana una muchacha que sale en defensa de su tía, y ven que es inocente desde un principio, por lo tanto queda en libertad, y a la que culpan es a su propia esposa, que en un ataque de celos mata a su esposo, pero allí es cuando ven que no eran marido y mujer, pues no reza en ningún sitio que fueran matrimonio.
Luisa confiesa, que era su amante, vivian juntos hacia varios años, se conocieron en un viaje, y así fue pasado el tiempo y todos creyeron que eran marido y mujer.

La papeleta se le presenta ahora a Susana, se encuentra sola, su tía después del juicio que duró unos días, le sale cárcel, y se la llevan.
La amiga de Luisa, se hace cargo de Susana, hasta ver en que quedan las cosas, lo primero es coger un buen abogado, y Julio lo era, y se quiere hacer cargo del asunto, lo hace más que nada por Susana, quiere ver en que situación económica se encontraban, parecían tener dinero, pero al ir aclarándose las cosas, Vivian al día.

Ernesto no era Español, la conoció en un viaje, y se fue a vivir con él, haciéndose pasar por marido y mujer, Susana sabía algo por su madre, pero como no había mucho roce, no sabían a hasta cierto punto si se habían casado.

Julio como vio en Susana una muchacha buena y decente, al paso de los días, se iba interesando por ella, y le propone que sea su novia, pero Susana no lo encuentra normal que en tan pocos días se haya enamorado de ella, Susana siente simpatía pero nada más, eran muy poco el tiempo que se conocían.
Como Susana estaba en casa de la amiga de su tía, se lo comenta, y su contención fue que mejor esperar a ver la situación económica en que se queda.
Julio consigue enterarse del dinero que tenían en el banco, no era mucho, y hace que su tía le firme un talón para sacar los pocos fondos que tenían en una cuenta mancomunada, y Susana va a ver a su tía para que se lo firme.
Su tía muy llorosa le pide perdón, pues ahora se va a volver a quedar sola, Susana para animarle le dice que no se preocupe, ella se volverá al Pueblo para estar cerca de ella.
Se venden los muebles, pues la casa era alquilada, recoge todas las pertenencias de su tía, se despide de todos y les da las gracias por todo cuanto han hecho por ella, la amiga de su tía, lo ve mejor así, es mejor que se aleje para que todo se quede en el olvido, y con el tiempo nadie se acordará.

Julio le insiste que se quede, él le puede ayudar, pero Susana le dice que está decidida a volver a su Pueblo, de donde nunca se tenía que haber marchado, les da las gracias a los dos, tanto a Julio, como a la amiga de su tía, por lo bien que se habían portado con ella.
Una vez resuelto todo, recogió las cosas de su tía, y se las llevó consigo para cuando salga de la cárcel, pueda disponer de ellas.

De esta forma tan triste, se volvió a su Pueblo, en donde tantos recuerdos tenía, la casa no la habían vendido aunque la puso en venta.
Trató de colocarse, pero no hizo falta, alguien que la quería desde niña, le propuso matrimonio, pues Susana volvía hecha una señorita, el poco tiempo que estuvo fuera de su Pueblo venía muy cambiada.
Susana le dijo que le diera tiempo, se conocían desde niños, pero quería dejar pasar una
temporada y tranquila, pues tenía el problema de su tía y no la podía dejar sola, y quiso consultarlo con ella primero.

Cuando fue a verla, la encontró muy desmejorada, y Susana sin darle tiempo a reaccionar, le dijo que se casaba con un chico del Pueblo, tenía un comercio y buena situación, económica, y cuando cumpliera su condena, dirían que se había quedado viuda, y volvía al Pueblo a quedarse con ella. A su tía le pareció muy bien la idea, y así le volvió la alegría, pues su tristeza era por la situación en que se quedaba su sobrina.

Al volver al pueblo, llamó al que sería su marido, y le dijo que sería conveniente que se conocieran un poco más, pero quedó formalizado su noviazgo.
Su novio se llamaba José, y empezaron a verse todos los días, y Susana se encontraba feliz, era el hombre que ella necesitaba, y sobre todo era de su Pueblo, y se conocían muy bien, de niños jugaban juntos en la escuela, y le traía recuerdos de su infancia.

José no tenía padres, fueron de las primeras victimas que cayeron en nuestra guerra Civil, su hermano se salvó por marcharse fuera de España, y el comercio lo sacó José adelante, se hizo hombre antes de tiempo, no quiso que se perdiera lo que con tanto sacrificio habían logrado sus padres.

Susana iba a ver a su tía muy a menudo, dijo a su novio que estaba enferma en un Sanatorio, pero que ello no impediría que se casaran. José y Susana se veían todos los días, y un día de sopetón le dijo, que por qué no se casaban ya, Susana un muy sonriente le dijo que bueno, pues ella se encontraba muy sola, su única salida era ir al cementerio a ponerle flores a su madre, y sus paseos con José.

Fueron hablar con el Sr.Cura, y le dijo a José, que se tenían preparar para el matrimonio, y el bueno del Cura les dijo que le parecía muy bien, eran unos cursillos de ocho días, y que le dijeran la fecha de boda para ir preparando las cosas, le dijo que una boda es para siempre, que el matrimonio es una cosa sagrada.
Se fueron muy contentos, pues el cura los trató con mucho cariño, y empezaron los preparativos, querían que fuera pronto, pues los dos estaban solos y se necesitaban, no querían una boda de lujo, más bien una cosa familiar, los amigos, y el Pueblo si quería participar.
Loa amigos se encargaron de ello pues no había familia por medio, y sería su regalo de boda, las amigas se encargaron del traje de novia, querían llevarlo en secreto, y al Cura le agradó la idea, y dijo que el no les cobraría nada por casarlos.
Una vez de estar preparado todo para el matrimonio, les amigas le llevaron el traje de novia, y Susana se sorprendió, le dijeron que el Pueblo entero quería colaborar, que solo tenían que poner la fecha

Así fue como Susana se casó, “fue por amor”, se conocían de niños, y el destino los había unido.
El Pueblo se volcó para que se llevara un buen recuerdo, por lo mucho que había sufrido con la perdida de su madre, había sido una buena hija, había vuelto a sus raíces, y el Pueblo entero estaba agradecido, pues al marcharse, creyeron que sería para siempre, cosa que no fue así, y ese fue su agradecimiento.




Teresita Vázquez

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Publicado el: 17-11-2003
Última modificación: 18-11-2003


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