|
Tenan todo preparado para irse a Europa... Guillermina y Juan pasaran su segunda luna de miel en las Islas Griegas... Guillermina se present en el banco para cambiar quinientos mil pesos mexicanos a dlares, la sucursal estaba a slo tres cuadras de su domicilio. Tuvo que formarse para llegar a la ventanilla; faltaban tres personas cuando abri su bolso de mano y sac el fajo de billetes unos cuantos segundos, luego los volvi a guardar, sin embargo la persona que estaba detrs de ella amablemente le ofreci una bolsa de papel para que depositara en l su dinero y al llegar a la caja no tuviera que sacarlo de nuevo. Ella le sonri al caballero y le agradeci su gentileza. Le extendi al cajero la bolsa de papel, l la tom y despus de un rato prolongado se la devolvi no sin antes haberle pedido varias firmas en diversos documentos. Guillermina se despidi tanto del empleado bancario como de la persona que le obsequi la bolsa. Se diriga a su casa y en la segunda cuadra, el mismo hombre que le haba regalado la bolsa de papel, le toc el hombro con un cuchillo y le dijo al odo: Entrgame la bolsa con los dlares, esto es un asalto, ten calma y acta normalmente, no te quiero lastimar. Ella asustada abri su bolso, meti su mano y sac la bolsita de papel y de inmediato se la entreg al hombre. El asaltante le dijo estas palabras: Qudate quieta diez minutos, no pidas auxilio. Con paso lento y vacilante, Guillermina se dirigi a su casa, Juan la estaba esperando. Ella plida lo abraz y no pudo contener las lgrimas, le explic lo sucedido; l le dijo que le diera la bolsa para revisarla, se fueron al recibidor y sacaron todo; ambos se sorprendieron, la bolsa de papel estaba all, con los dlares!. Entonces Juan le dijo, qu bolsa le entregaste al ladrn. A Guillermina le vino entonces una crsis nerviosa, rea como poseda, Juan al fin la pudo controlar; con voz atropellada, comenz a explicarle a su marido que en la maana haba tomado una bolsa de papel idntica a la que le dio al asaltante y haba guardado en ella varias toallas sanitarias.
Guillermina y Juan realizaron su viaje, INCREBLE PERO CIERTO!
Cuento del seor Mario Maestro Marcn.
|
