Te miro como espejo,
solo observo dejando ver las señales,
de mi triste soledad.
Te miro naufragando todo sentimiento,
te miro no con sentimiento,
no con mil historias,
no con todo lo que podría darte.
Pero te miro con recelo,
con cada inspiración
que la vida me privo.
Te miro, y tengo celos
de que te aferres de algo
que desde hace mucho, no siento.
Te miro, en este paraje
de letras muertas, y de esencias
divergiendo.
Te miro en esta parálisis,
de lo intangible.
Te miro en cada bocanada de viento,
en cada bostezo del día,
en cada subterfugio disfrazado.
En cada aire despeinando mi pupila,
en cada hoja que da vuelta,
en ese frío que te recorre
por la espalda.
Te miro, solo te miro.
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